El Señor Erre se arroja al vacío, enamorado y rechazado por el Señor Antiguo, quien No Tiene Edad. Erre, se desvanece en el aire y se transforma en gotas de lluvia. El Señor Antiguo maldice su suerte, abre el paraguas, y se protege, sin saberlo, de Erre. Quien llora desesperadamente de amor.
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